La noche de Halloween estuvo muy cerca de convertirse en una película de terror para el Espanyol. Muy cerca. Los blanquiazules no pudieron con el San Tirso SD durante casi una hora, en un encuentro en el que solo el cansancio final del equipo de Preferente gallega permitió que el cuadro perico se llevara el encuentro con un marcador abultado.
Pero el 0-4 no refleja para nada lo visto sobre el terreno de juego. El San Tirso SD miró a la cara al Espanyol, tuvo sus opciones contra un equipo que no mostró una buena versión y los menos habituales no aprovecharon su oportunidad, pese a que es cierto que algunos destacaron como es el caso de Aguado y el meta local evitó el gol en la primera parte en varias ocasiones. Para colmo, un Pol Lozano que saltó al campo en la segunda mitad se tuvo que retirar tras solo cuatro minutos en el verde por problemas físicos.
Incapaces y con susto
Mandó el Espanyol sobre el terreno de juego, como no podía ser de otra manera, pero sin profundidad. Con un San Tirso SD bien colocado y defendiéndose con orden, ni siquiera la supuesta mayor calidad de los blanquiazules les permitió irse al descanso por delante en el marcador, y eso que gozaron de ocasiones para hacerlo. Sobre todo Pere Milla, que marró un penalti que le hicieron a Cardona en el 13′, mandándolo al poste. El propio Milla volvió a toparse con la madera al filo del descanso, en un tiro lejano.
Dominaba el Espanyol, pero el San Tirso SD no le perdía la cara al duelo y trataba de poner en apuros a los de Manolo González, lográndolo en más de una ocasión a la contra. Pero de manera muy puntual, ya que los blanquiazules, comandados por un activo Aguado, se volcaban sobre la meta local. El jiennense tuvo varios disparos que o bien un Castro que fue el héroe de la primera parte o su mira desviada evitaban que acabaran en gol. Antoniu Roca también tuvo un testarazo a centro de Salvi Sánchez que no encontró portería y Veliz puso a prueba en dos ocasiones a Castro: primero con un cabezazo a bocajarro tras centro de Brian Oliván y luego con un tiro tras un buen control dentro del área. En ambas, ganador el arquero del cuadro gallego.
El San Tirso SD, al ver que el Espanyol no podía y que aguantaban bien a los pericos, se animaba cada vez más. Por milímetros no se encontraron con un penalti a favor de Català y hasta dos saques de esquina por ninguno de los blanquiazules disfrutaron en el primer periodo. Pero la más clara, poco antes del descanso y del segundo poste de Pere Milla, en un centro desde la izquierda de Alejandro Sesgade que no encontró rematador y que Pacheco se encontró y detuvo en dos tiempos. El San Tirso SD resistía y empezaba a creer en el milagro; al Espanyol le subían los colores.
El cansancio local decanta la balanza
Solo tardó un minuto el Espanyol en tener la primera, pero Antoniu Roca a la contra se equivocó y, en lugar de jugársela, la puso en el área, donde Cardona en un doble remate mandó el balón fuera tras trocar en un defensa. El San Tirso SD, ya creyéndoselo, empezó a pisar campo perico con más asiduidad y trataba de aprovechar el balón parado: Carlos Díaz cabeceó arriba un saque de esquina. Minutos después, Christian estuvo cerca de aprovechar que el Espanyol dejaba mucho espacio atrás, pero su tiro le salió demasiado centrado.
Pero justo cuando el San Tirso SD pensaba que podía hacer daño, llegó el gol del Espanyol. Un centro demasiado pasado de Salvi Sánchez desde la derecha lo devolvió al área en el segundo palo Cardona y, en el área pequeña, Veliz cabeceó al fondo de la red y tranquilizó a la parroquia perica. Con el gol, los blanquiazules respiraron y fueron a por el segundo; Veliz estuvo cerca tras un pase interior de Pere Milla, pero su tiro se topó con el poste.
El Espanyol llegaba, pero sin claridad en los metros finales. Y, con el partido todavía abierto, el San Tirso SD era valiente e intentaba pisar el área de un Pacheco que no se esperaba tener que tocar tanto el balón. El flojo partido perico se vio, además, más mermado con la lesión de Pol Lozano, que duró cuatro minutos sobre el terreno de juego.
En la recta final del partido, el San Tirso SD notó el cansancio, se descolocó y el Espanyol lo aprovechó para sentenciar el duelo. Ünüvar tuvo el gol en una triangulación con Veliz y Cardona, al galo se le anuló un tanto en posición legal tras pase del turco y marcó tras una combinación entre Král, Ünuvar y el cedido por el FC Augsburgo. Veliz cerró el marcador con dos dianas más, pero el 0-4 ni siquiera maquilla la preocupación por la imagen ofrecida.
Ficha técnica:
San Tirso SD: Castro (Lameiro, 64′); Jorge, Pablo Vigo, Carlos Gamallo, Rellan; Iago Mejide, Christian Rey (Quintans, 55′); Xian (Antón, 62′), Alejandro Segade (Sito, 62′), Carlos (Ferreiro, 55′); y Denis.
Espanyol: Pacheco; Salvi Sánchez (Almansa, 57′), Català (Omar El Hilali, 57′), Sergi Gómez, Brian Oliván, Pere Milla (Ünüvar, 73′); Bauza (Pol Lozano, 73′; Král, 77′), Aguado, Antoniu Roca; Cardona y Veliz.
Goles: 0-1, Veliz (54′); 0-2, Cardona (85′); 0-3, Veliz (86′); 0-4, Veliz (90+1′)
Árbitro: Cordero Vega (comité cántabro). T. A.: Alejandro Segade (11′), Denis (55′); Bauza (72′)
Incidencias: Riazor. Encuentro correspondiente a la primera ronda de la Copa del Rey.
2 comentarios
Han jugado andando, Carlos. Todo el partido a ralentí. Eso es lo que hay que cambiar, que jueguen a muerte cada minuto de cada partido, incluyendo uno como este. Los que no juegan nunca es imposible que «aprovechen la oportunidad» en estos partidos. Hay que ir dándoles todos los minutos en estos, los de copa y además también en liga. Solamente así podrá llegar el momento en el que puedan demostrar su nivel y aprovechar oportunidades.
Al San Tirso no le cayeron dos o tres en la primera parte porque dios no quiso, seamos sinceros.
Y luego nos anularon un gol legal.
A nadie le habría extrañado si en lugar de 0-4 el partido acaba 0-7. Pero seguiríamos criticando.
Lo de tener a un santo de su parte, les sirvió.
Preocupante el partido de Salvi, que lo intentó, eso es innegable, pero aparte del centro del primer gol, todo lo demás le salió mal.
Bien Aguado y Cardona. Interesante Ünüvar, aunque contra un rival de esa categoría y ya bastante cansado, es poco indicativo.