El Girona FC – Espanyol dejó una terrible y lamentable imagen en la previa del partido. Un niño de cinco años, Gorka, aficionado blanquiazul vivió uno de los peores momentos que te puede dar el fútbol. El pequeño aficionado quería disfrutar de ver a su equipo en Montilivi junto a su abuelo y por poco se queda sin entrar al campo.
Todo fue por un miembro del equipo de seguridad del Girona FC. Gorka se disponía a entrar a Montilivi, vestido con la blanquiazul, cuando «se encuentra con un vigilante de seguridad que les niega la entrada porque no podían entrar con la camiseta del Espanyol. Ahí había mucha más gente que tampoco podía entrar y la única solución que les daban es que se quitasen la camiseta, la dejasen en el bosque y que cuando se acabara el partido la recogieran. Ya con ese comentario es espectacular el nivel que tenemos en los campo para gestionar estas cosas». Así relató los hechos Aitor Pajares, el padre de Gorka en ‘Directo Gol’.
Por suerte, Gorka y su abuelo se encontraron con una aficionada blanquiazul, que iba a la zona visitante, y les ofreció su ayuda: «Les dijo si queréis os guardo la ropa y cuando acabe el partido os la devuelvo. La señora muy amable cogió la ropa, se la guardó y al final del partido se llamaron y se la devolvió porque el vigilante nada más llegar les dijo que se tenía que quitar la camiseta», explicó Aitor Pajares.
En cuanto a la seguridad en los campos de fútbol, el padre del pequeño Gorka recordó que «lo más triste de todo es que le dijo que me quito la camiseta y me la guardo en el bolsillo» a lo que el segurata respondió que «no». Esta imagen se hizo viral en redes sociales y le llegó a mucha gente, lo que refleja «el nivel que tenemos en la zona de seguridad de un estadio», finalizó Aitor Pajares.