Luis Miguel Ramis ya es historia del Espanyol. Un entrenador que no convenció desde el primer minuto y que se va con más pena que gloria. Lo pongo, y no es exageración, a la altura de los peores preparadores que han visto mis ojos en el banquillo perico, tales como Pablo Machín o Abelardo Fernández. Idea de juego pobre, rácana y cobarde. Un equipo como el Espanyol no puede empequeñecerse como lo ha hecho y salir a Santo Domingo a que la AD Alcorcón -¡la AD Alcorcón!- no te haga daño.
Llega Manolo González. Primera experiencia en el fútbol profesional para un currante del balompié que ha logrado en divisiones inferiores cosas grandes. Un ejemplo es, sin ir más lejos, la remontada de este curso con el Espanyol B: de hacer un punto de 15 en las cinco primeras jornadas a situarse a ocho para el final de la campaña a siete puntos del ‘play-off’ de ascenso. Y no es la primera vez que logra algo parecido.
Pero lo mejor de Manolo González es sin duda que sabe dónde está. Es consciente de que el Espanyol debe mandar, tener el balón, proponer y ser protagonista. «El Espanyol siempre tiene que salir a ganar», reconocía en una de sus últimas ruedas de prensa post partido del filial. Y no de cualquier manera, no. Siendo protagonista. Teniendo el balón. Cuidando la redonda. Haciendo que la afición esté orgullosa de su equipo.
Así ha sido cómo los jugadores del Espanyol B han evolucionado este curso -nada tienen que ver con los que eran a principio de temporada-: queriendo el balón, proponiendo juego, siendo valientes. Y eso es lo que veremos en estas 12 últimas jornadas. Un estilo mucho más parecido al de Luis García que al de un Luis Miguel Ramis que, por cierto, nunca ha sabido dónde estaba y que lo único que le importaba era su persona y morir con su idea. Ni en el propio Espanyol pensaba. Sus declaraciones en cada rueda de prensa le delatan.
Estoy convencido de que la plantilla lo dará todo con el nuevo entrenador y luchará hasta el final por lograr el objetivo. Pasaremos de aburrirnos como las ovejas a volver a disfrutar con el juego del Espanyol, o al menos es lo que Manolo González intentará. Lo único que lamento, y espero no lamentar a final de temporada, es haber tirado cuatro meses, 16 jornadas en total, con Luis Miguel Ramis en el banquillo, a la basura. Y si nos quedamos en LaLiga Hypermotion, que sea con los nuestros.
2 comentarios
Amén, Fanlo. ¿Verdad que no era tan difícil? Especialmente de acuerdo con la ristra de inoperantes que comparas (Ramis, Machín y Abelardo).
Si no se sube, Garagarza también debería coger el andante puesto que es el único responsable de esas 16 jornadas tiradas (si es que pasa lo que no debería).
Espero que Manolo González sea un poco más listo que Gallego y sepa adaptarse a la categoría.
Mucha suerte, Míster, que será la nuestra.
Carlos Fanlo,
No habeis machacado suficientemente a Ramis para seguir con ello despues de su destitucion?
Es que no teneis suficiente??
El primer parrafo sobra. Solo hacia falta la comparacion con LG para variar.