Vicente Moreno disputará su último partido en El Sadar con CA Osasuna frente a un Espanyol en el que vivió una bonita experiencia de dos años. El técnico vino al Espanyol precedido por la fama de mago de los ascensos. Llevaba tres a sus espaldas, uno con el Nàstic a Segunda y dos consecutivos con el Mallorca, que pusieron a los baleares de la Segunda B a Primera. Además, como jugador, subió también con el Xerez a la máxima categoría.
“El Espanyol tiene que estar en Primera”, dijo en su presentación. Palabras proféticas, porque diez meses después, el cuadro blanquiazul celebraba el regreso a la división de honor en campo del Zaragoza. “Espero que los aficionados estén contentos, porque va por ellos. El éxito logrado ha sido difícil y se ha conseguido porque los jugadores han trabajado mucho y no, porque haya un presupuesto alto”, apuntó tras ser manteado por sus futbolistas.
Moreno estuvo una temporada más. El equipo consiguió la permanencia con cierta holgura. Un objetivo que el conjunto de Manolo González puede conseguir esta tarde en Pamplona, pero que en su momento se pintó como un fracaso. No acabó de gustar el libreto que utilizaba el técnico –el Madrid utilizó el mismo argumento para echar a otro Vicente, Del Bosque, antes de ser seleccionador y ganar un Mundial y una Eurocopa– y tampoco los últimos resultados. El desenlace, su destitución a falta de dos jornadas para la conclusión de la liga. ¿Motivos?
Cesado tras lograr la salvación
El técnico valenciano dejó al Espanyol en el puesto 13 con 40 puntos, 10 partidos ganados, 10 empatados y 16 perdidos, 39 goles a favor y 52 en contra. El equipo, sin embargo, solo sumó una victoria en los desplazamientos, la lograda en Mestalla en el último partido de 2021. Suerte que en el RCDE Stadium exhibió una versión mucho más convincente y productiva que le permitió mantenerse sin apenas agobios. A siete jornadas para el final, la escuadra blanquiazul estaba virtualmente salvada.
Las críticas recaían en el juego. Sus planteamientos generaron dudas durante toda la temporada y provocaron que la afición pidiera su cabeza y la del director deportivo Rufete. A ello hubo que añadir los problemas en el vestuario, especialmente con Raúl de Tomás.
«Dos años fantásticos»
“Conseguimos la permanencia de forma tan clara que quizá se le quitó valor”, afirmó el técnico en su despedida para añadir que “era un proyecto de tres años y se estaban cumpliendo los objetivos”. El de Massanassa volverá a enfrentarse esta tarde al Espanyol dirigiendo a un CA Osasuna, que no entrenará la próxima temporada, pero que mira a Europa.
Moreno reconoció en la previa del partido de la primera vuelta que “entrenar al Espanyol ha sido una de las mejores cosas que me han pasado a nivel profesional. Fíjate, he vivido muchas cosas y ha sido una de las cosas bonitas que me han pasado”. Sobre su trayectoria perica sostiene que “fueron dos años fantásticos y, tanto a nivel profesional como personal, para mí fue una suerte el poder pasar por un club como el Espanyol”.