La historia de Álex Bermejo (Barcelona, 11 de diciembre de 1998) es la de un futbolista que ha sabido amoldarse a todo lo que los entrenadores le han pedido y a todos los lugares en los que ha estado. Formado en las categorías inferiores del Espanyol en dos etapas distintas, el atacante se ha buscado la vida para ganársela como jugador de fútbol profesional. Lo ha hecho desde bien pequeño, y quizás por eso ha sabido adaptarse a distintas posiciones o pasar de marcar goles a 25 grados a hacerlo a, con suerte, a 10. Del Espanyol al sol de Tenerife y del calor de la isla a la nieve de Burgos. Pese a ello, no se le han congelado los tantos.
Formado en el CE Júpiter, el Espanyol se fijó Álex Bermejo en edad benjamín, pero tuvo que salir ante la falta de confianza y recaló en la UDA Gramenet. Su buen hacer en el conjunto de Santa Coloma hizo que el club perico lo recuperara para la causa en categoría Infantil, y ahí fue ascendiendo categorías hasta debutar con el filial siendo juvenil. Pese a que siempre se había desarrollado como un mediocentro ofensivo o mediapunta, las necesidades de un Espanyol B que esa campaña 2016-17 acabó descendiendo a Tercera división hicieron que Bermejo actuara en la lanza de ataque… Y ya apenas se movió de ahí. Con siete dianas, fue importante para el ascenso del filial el siguiente curso y, tras una buena temporada en la que tuvo algún que otro problema físico –que no le evitó anotar cinco goless– fue el primer jugador en salir de ese filial ante la insistencia de un equipo de la categoría de plata como el CD Tenerife. Convenció su gran disparo desde media distancia.
Tras un primer curso en el que logró su mejor cifra goleadora como profesional con seis dianas, a mediados de su segunda temporada como chicharrero coincidió con el exentrenador del Espanyol, Luis Miguel Ramis. El preparador tarraconense lo convirtió en un titular habitual la campaña siguiente, generalmente partiendo desde la banda izquierda. Pese a que esa fue la campaña en la que más minutos disputó de las tres que estuvo en Tenerife (1.812), no renovó su contrato y firmó por un Burgos CF al que le une un lazo familiar, puesto que sus abuelos son de Canicosa de la Sierra, pueblo de la provincia.
Clave la pasada temporada para Julián Calero, su rol ha cambiado con Jon Pérez Bolo, pero no así su eficiencia: suma cinco dianas y una asistencia este curso en 980 minutos, con tan solo siete titularidades. Pese a ser uno de los primeros en salir desde el banquillo y haber perdido presencia en el once, es uno de los jugadores importantes de la plantilla del Burgos CF.
«Siempre es un partido especial, yo me pasé allí 13 o 14 años. Te enfrentas a compañeros, amigos a un club donde has estado la mayor parte de tu vida», ha explicado esta semana Álex Bermejo en rueda de prensa; coincidió en el filial con Pol Lozano y Nico Melamed. El atacante confía en que el Burgos CF siga con su buen hacer en casa ante el Espanyol. «Nosotros ya sea en casa o fuera, llueva o salga el sol vamos a aganar todos los partidos. Está claro que ante nuestra gente nos da un plus, nos ayuda, pero nosotros intentamos ganar todos los partidos. Estamos imbatidos en El Plantío y queremos que esa racha siga toda la temporada».