A estas alturas de la temporada ya podemos valorar con precisión el trabajo de Fran Garagarza en el RCD Espanyol y sus lamentables consecuencias. Antes de que nuestro protagonista de hoy aterrizara en el club como director deportivo, fue el bueno de Luis García el que se echó el club a la espalda y dio la cara en todos los sentidos en un momento muy complicado.
En julio de 2023 firmó Garagarza por la entidad blanquiazul tras un breve paso de ocho meses como asesor de Julen Lopetegui en la Premier League, otro país, otro idioma y costumbres, no era lo suyo.
El vasco se dedicó en cuerpo y alma a llenar los bolsillos de la propiedad, supongo que como buen pragmático que es, cree plenamente que lo más necesario para sobrevivir es tener contento al jefe. Después de haber visto como el Espanyol cedía al Real Madrid un delantero centro sin obtener prácticamente nada a cambio, el espanyolismo abrazó la llegada del nuevo director deportivo como si hubiese llegado un mesías que nos guiase con suma diligencia por la travesía del desierto que nos esperaba. “Padregarza” lo bautizaron algunos.
Fue aclamado por una masa social muy tocada y falta de referentes. Sin embargo, con el tiempo se ha comprobado que a Fran Garagarza el Espanyol le viene muy grande, sus compras no han aportado prácticamente nada y la destitución prematura e injusta de Luis García es un error garrafal que siempre llevará en sus espaldas y que nos puede costar muy caro. Ahora, por orgullo es incapaz de destituir a Ramis, a pesar de que todo el mundo sabe que está completamente incapacitado para dirigir a este equipo.
Fran Garagarza es un vasco de libro nacido en la localidad costera de Mutriku (de ahí su obsesión por los remos) casi toda la carrera que se le conoce es como director deportivo de la SD Eibar, una pequeña ciudad a escasa media hora de su pueblo natal donde ejerció 14 temporadas, su mayor logro fue fichar a Joan Jordán del Espanyol por un millón de euros y traspasarlo al Sevilla CF por 12 kilos, que su mejor operación fuese a costa del Espanyol tampoco dice demasiado de él. Somos especialistas en perder jugadores absurdamente y hasta tenemos canteranos que se marchan libres.
En resumen, que Garagarza se ha pasado casi toda su vida laboral trabajando al lado de casa, en su entorno, sin presión alguna en un club que tiene su sitio natural en Segunda división rodeado de su gente y de los que piensan como él, jugando al domino con los paisanos, sin perdonar pinchos y txacolís o los chuletones en la sidrería del pueblo y cortando pinos cuando se terciara. Sin apenas prensa y afición que le exigieran nada.
Del Garagarza de las primeras ruedas de prensa hasta el de hoy hay un mundo, a su llegada mostraba seguridad, el de ahora es un hombre taciturno e inseguro que lo único que parece buscar es mantener el sueldo el mayor tiempo posible.
2 comentarios
Ni un extremo, ni el otro. La realidad estará más cerca del término medio. Se puede aplicar a las opiniones sobre él y también a su propio comportamiento. Al principio era excesivamente arrogante y agresivo en su forma de expresarse. Ahora parece ser más pragmático y con un comportamiento inteligente. El silencio, muchas veces, es la mejor elección.
A ver… ¿Cuanto dinero ha podido gestionar Garagarza? Lo que no se le puede pedir a él ni a nadie es que confeccione un plantilla sin apenas presupuesto. Y de eso él no tiene ninguna culpa.
Y sí echó a Luis. Pero eso es legítimo porque tenían un planteamiento diferente. ¿Quien puso a Luis y luego fichó a Garagarza? Al responsable de estos dos fichajes hay que culpar. Si pones a Luis no traigas a Garagarza. Porque son incompatibles.
Garagarza para el ascenso apuesta por un futbol práctico, poco estético. No le ha salido bien Ramis pero es el fútbol con el que VM nos acendió.
Luis es querer jugar generando espectáculo pero en defensa nos empezaba a pasar como la temporada pasada. Nos metían goles muy tontos.
Yo no culparía a Garagarza. Más bien la culpa es de Chen y de sus colaboradores.
A ver si nos compra alguien. Parece que puede ser en breve…