El Espanyol de la temporada 2024-25 será ‘made in’ Manolo González. Al menos, el cuerpo técnico. El lucense apretó para la continuidad de los analistas y fisioterapeutas y después de que el club comunicara a Luis Blanco que no contaba con él, ha optado por traer a un segundo entrenador de su cuerda: Gerard Garrido.
Manolo González y Gerard Garrido formaron un tándem en la SCR Penya Deportiva durante dos campañas que llevó al equipo pitiuso a disputar dos ‘play-off’ de ascenso a Primera RFEF, quedándose a las puertas de dicha categoría en la segunda y última campaña de ambos en el banquilo ibicenco. Un año después en el que incluso se han visto las caras (en el empate a un gol de inicio de la pasada Segunda RFEF entre Terrassa CF y Espanyol B) vuelven a trabajar juntos. El técnico perico ha tenido claro la apuesta por alguien al que conoce muy bien.
Pero ¿quién es Gerard Garrido? Para conocerlo más, rescatamos una entrevista que se le realizó en la web del desaparecido UE Llagostera-Costa Brava. En una entrevista titulada como ‘Gerard Garrido, un científico del fútbol’, el nuevo segundo entrenador del Espanyol aseguraba, cuando era el tercer preparador del cuadro gerundense, que «cuando no entreno en el campo hago formación en casa: leo artículos y libros y miro partidos de entrenadores que me interesan de cualquier categoría. Dedico al fútbol unas diez horas diarias los siete días de la semana. No descanso porque es una pasión».
Estudiante del fútbol y minucioso con los detalles, Gerard Garrido aprendió en la etapa comentada de otro gran perico, Oriol Alsina, por aquel entonces entrenador del UE Llagostera-Costa Brava. «He aprendido mucho de él en el aspecto emocional y competitivo», aseguraba el técnico, que llega a la élite tras pica mucha piedra, al igual que su primero, Manolo González.
Exfutbolista que llegó hasta Primera Catalana (jugó en Palamós CF, Guixols CF y Palafrugell FC), dejó su posición de pivote a la corta edad de los 23 años para dedicarse a lo que verdaderamente le gustaba: entrenar. Un camino similar al de Manolo González, que colgó las botas muy joven, aunque en el caso del principal entrenador del Espanyol fue por una grave lesión. Ahora, con 32 años, le llega el momento de demostrar en lo más alto todo lo aprendido.