La cara de Manolo González durante el partido dejaba claro que no le gusta perder ante nadie. Ni ante un rival que llegaba al partido tras haberlo ganado todo en este inicio de curso. El técnico espanyolista dejó el Santiago Bernabéu ‘jodido’, ya que el equipo no pudo continuar con su buena racha de resultados.
¿Con qué te quedas del partido?
Con que dimos la cara en todo momento. Nunca nos dejamos ir y hemos seguido atacando. Hemos tenido la de Roberto y luego hemos querido poner gente adelante, pero no hemos respetado algunas colocaciones en el campo. El primer gol es un golazo, pero el segundo es evitable. Hemos hecho una primera parte buena, pero en el Bernabéu has de hacer un partido perfecto, sino, no puedes ganar.
El segundo gol hace daño. De un saque de banda, te acaban marcando. A partir de aquí has de seguir trabajando, pero no hemos encontrado el juego. Nos ha faltado estar donde correspondía. Hemos atacado al final más con corazón que cabeza.
¿Cómo ha acabado el equipo?
Sabíamos que el partido tendría desgaste. Con los cambios hemos querido buscar un plus de energía, pero no ha sido así. No hemos encontrado lo de la primera parte, que hemos salido con buenas contras.
¿Hemos defendido demasiado en bloque bajo?
A veces defiendes en bloque bajo porque el rival es muy bueno. A veces no tenemos el prisma de donde hemos jugado, ante uno de los mejores del mundo. Ellos mismos te encierran, no es que tu quieras. A veces aprietas arriba, pero te cogen la espalda rápido y haces el ridículo.
¿Con qué sensaciones te vas?
Si quieres puntuar, ya lo dije, has de aprovechar los momentos. Y no ha sido así. No queríamos que nos contraatacan. Aquí se trata de ser entrenador y no indio. Somos un equipo que transiciona bien, pero el gol de MIlitao nos ha hecho daño. En la segunda parte nos ha pasado más empuje.
¿Te has costado más preparar el partido porque Xabi Alonso rota mucho?
No. Esperábamos a Brahim o Gúler, pero hemos hecho un buen trabajo. Hay situaciones mejorables, pero nos hemos mantenido firmes, pero nos faltó finalizar mejor en acciones de tres cuartos. Nos ha faltado empuje, pero el equipo nunca ha estado muerto. Nunca se ha caído.