Seguramente habrán celebrado ustedes la entrada del 2024 con familiares y amigos, un festejo en el que cada uno se marca sus propósitos para el año entrante e intenta olvidar lo malo del pasado.
Sin embargo, somos muchos los forofos del fútbol que contamos los años por temporadas tal como narró Nick Hornby en su brillante libro ‘Fiebre en las gradas’ (Fever Pitch), un genial relato autobiográfico de la tortuosa relación del autor con el fútbol inglés y con su equipo, el Arsenal FC londinense.
No obstante, como no procede aplicarse la liturgia de tomarse las doce uvas en agosto o septiembre, cuando quiera que sea que le dé a la liga por comenzar su andadura, nosotros (los hinchas) también nos sumamos la tradicional celebración la noche del 31 de diciembre.
Un servidor, desde hace muchos años, realiza el culto verbalizando para mi interior el once del Espanyol de la temporada en la que nos encontremos, bautizo a cada uva que voy ingiriendo al sonido de las campanadas según las posiciones en el campo empezando por el guardameta y a la doce le pongo el nombre del entrenador vigente.
De este modo tan peculiar y rocambolesco he invocado en Nochevieja a lo largo de las temporadas de mi vida alineaciones tan históricas como las de mi más tierna infancia con: Urruti, Verdugo, Huertas, Ferrer, Lanchas, Molinos, Solsona, Osorio, Marañón, Manolín Cuesta y Paco Flores.
Otros gloriosos onces como los de la UEFA del 88: N`Kono, Job, Miguel Ángel, Gallart, Soler, Orejuela, Urquiaga, Lauridsen, Valverde, Pichi Alonso y Losada. Además de algunos que marcaron hitos como el de la final de Copa del 2000: Cavallero, Cristóbal, Nando, Pochettino, Roger, Velamazán, Sergio, Galca, Arteaga, Posse y Tamudo. O los de la final de la cuarta copa en el Santiago Bernabéu: Kameni; Zabaleta, Lopo, Jarque, David García, Ito, Fredson, Costa, De la Peña, Luis García y Tamudo y el de la última final que hemos vivido en Glasgow frente el Sevilla FC formado por: Gorka; Zabaleta, Jarque, Torrejón, David García, Moisés Hurtado, De la Peña, Rufete, Riera, Luis García y Tamudo.
Sin olvidarnos de los que marcaron una época como el reconocido once del gran José Antonio Camacho: Toni, Cristóbal, Torres Mestres, Nando, Pochettino, Branko Brnovic, Francisco, Arteaga, Lardín, Benitez y Raducioiu.
Equipos que te motivaban sobremanera a la hora de comenzar un nuevo año, que te empujaban al optimismo para lo que nos quedaba de competición en las segundas vueltas o en las eliminatorias que viniesen. Pero, para mi desgracia, en los últimos años lo único que me ha originado mi especial ritual es amargor y, por muy poco, no me atraganto invocando la alineación contra el Burgos CF: Pacheco, Sergi Gómez, Calero, Omar, Oliván, Expósito, Aguado, Bare, Puado, Pere Milla, Braithwaite y la uva número 12 era Ramís. ¡Feliz año nuevo!
