Pol Lozano debe regresar al Espanyol tras haber jugado cedido media temporada en el Granada, equipo con el que ha logrado su tercer ascenso a Primera. Solo hay dos jugadores más que lo han conseguido. Y en dos de estos ascensos, Girona y Granada los ha conseguido siendo una pieza importante en el once. Pol Lozano siempre ha tenido el sueño de triunfar en el Espanyol, club al que llegó hace 17 años, pero que en los últimos tiempos no ha confiado en él. A Pol se le presenta un futuro incierto. De momento sabe que debe volver al club de su ‘vida’ con el que tiene contrato hasta 2024, aunque todo puede pasar.
Desde que debutó en el Granada el pasado mes de febrero, Pol Lozano ha jugado 14 partidos de Liga, 12 de titular, dejando grandes sensaciones. Salió del Espanyol, tras disputar este curso solo 13 minutos repartidos en cuatro partidos, con el objetivo de jugar, algo que “he cumplido. Me he tomado esta etapa como un reto y lo valoro positivamente a todos los niveles”, manifestó en una extensa e interesante entrevista al diario As. No sabe que pasará con su futuro, aunque deja claro que “desde fuera vi un Luis García con carácter, que le da importancia a la cantera y que quiere tener el balón. Eso me puede beneficiar. No es un secreto que un técnico que apuesta por jugar y tener el balón será mejor para mí”.
Perico de toda la vida, siempre ha querido triunfar en el Espanyol, pero reconoce que “en verano se deberán valorar muchas cosas. El seguir o marcharse no depende cien por cien del jugador. Seguramente hay otros factores más determinantes. En Granada estuve muy bien y en el Espanyol también, pero no jugaba”. Los que no estuvieron bien fueron el anterior director deportivo Domingo Catoira y el exentrenador Diego Martínez, ya que se olvidaron de él. “Entiendo la situación del Espanyol, pero no tuve contacto con nadie. Cualquier jugador que juega cedido espera una llamada”.
Pol Lozano ha manifestado que “si ves mis números está claro que el Espanyol no ha apostado por mí. Hay muchos factores, pero alguien como yo que lleva 17 años en el club lo que quiere es tener oportunidades de calidad. No se han dado y hay que seguir trabajando para lograrlas. Mi familia y yo somos del Espanyol, pero no se ha apostado por mí”.
La experiencia que le da el haber jugado tres años en Segunda, con equipos que lograron el ascenso le sirve para manifestar que “la Segunda es muy difícil, competitiva e igualada. Hay muchos equipos que bajan y no pueden subir. Una clave es que la plantilla esté unida, que sea grande y con muchos recursos. Y además que el entrenador apueste por sus jugadores, y que ellos crean en su idea. Eso es lo más importante. Y sobre todo tener un jugador diferencial. Eso hará que la balanza se decante más.