Nuevo tentador en el Espanyol. Uno que viene pisando fuerte y dispuesto a cambiarle los planes a un Manolo González desencantado con sus pretendientes. Roberto Fernández aterriza en la Dani Jarque para competir por un puesto en la punta de lanza. Una demarcación que ha dado dolores de cabeza al técnico perico y que con el andaluz buscará que su equipo se reconcilie con el ansiado gol.
Y la tentación va relacionada con el programa de ‘La Isla de las Tentaciones’, que es tendencia en las redes sociales. Un fenómeno banal, que le mete miedo al diablo, pero que tiene enganchada a muchísimas personas. Unas relaciones que van del amor al odio en un santiamén, producto de la desesperación o del amor. Quién sabe. Pero vamos, como los aficionados del Espanyol, semana sí y semana también. O esa es mi percepción. Del domingo querer destruirlo todo, con un gran desapego, a las ganas de muchos el sábado siguiente por alentar a su equipo.
El Espanyol también vive en su propio programa. Uno no tan ligero, y menos viendo la situación actual, pero sí que entretenido. La última entrega, y por eso he querido mencionar dicho producto de la televisión, es el nuevo delantero espanyolista. Roberto Fernández es un gran pretendiente, pero para Manolo González. Un ariete que se suma a la lista del novio perfecto, tal y como se refirió Vicente Moreno a Javi Puado.
El técnico lucense contaba con tres candidatos que le intentaban seducir semana tras semana. Quizá con acierto o con desacierto, pero la realidad es que la relación no ha parecido congeniar. Ni siquiera un atisbo de un romance que lleve a buen puerto a un Espanyol necesitado de goles. De creación en la faceta ofensiva para contentar ya no solo al entrenador, sino a toda una afición exigente. Es por ello que el director, el planificador, ha querido traer una nueva tentación. Fran Garagarza suma un pretendiente para ocupar la punta del ataque. Un Roberto Fernández que parece reavivar la llama de la esperanza. En su debut, el cordobés dejó su huella con un gol, un destello que promete revitalizar una faceta ofensiva que parecía apagada. Ahora, el reto es mantener esa llama viva y convertirla en el fuego que impulse al equipo hacia objetivos más ambiciosos, en una temporada donde los pericos necesitan respuestas urgentes para escapar de las dudas y la irregularidad.