Sergi Darder no está viviendo la temporada esperada con el RCD Mallorca. Al no conseguir alzar la Copa del Rey en la tanda de penaltis, el excapitán del Espanyol fue de los jugadores que más dolido se marchó de La Cartuja: “Estoy cansado de recibir hostias, no debo quejarme en lo deportivo y extradeportivo porque soy una persona muy afortunada, pero es muy duro ver a mi familia y a la gente destruida. Era un día para ganar y no hemos podido hacerlo, ha sido muy cruel”, manifestó entre lagrimas el centrocampista a IB3 TV.
El club balear hace siete temporadas militaba en 1ªRFEF y poco a poco ha ido escalando hasta llegar a Primera división. Recordando estos últimos años del Mallorca, el centrocampista explicó lo que es ser bermellón. “Este club está acostumbrado a recibir hostias. Hace unos años jugaba en campos de mierda y ahora hemos jugado la final de Copa del Rey. Ojalá podamos algún día tener la revancha”.
A nivel individual se mostró “muy agradecido” por los “minutos que he podido tener”. Además, sacó su lado mallorquinista y reconoció que “es un orgullo poder estar aquí, en el club de mi tierra. Me hubiera gustado dar una alegría a todos, quedan muchos partidos, pero nos cuesta verlo. Estamos jodidos, pero orgullosos de quienes somos y de todo lo que vendrá”.